martes, 23 de septiembre de 2008
Aproximarse a Las Sagradas Escrituras es contemplar un panorama sorprendente y maravilloso. Es como admirar una escena llena de luz, de sol y de eternidad. A medida que uno va entrando en esas páginas extraordinarias, va comprendiendo la razón de su grandiosidad, de su gigantesca estatura, de su maravillosa sabiduría, siente uno como que la vida se le refresca puesto que La Sagrada Escritura es un manantial de aguas puras. Y las heridas que la vida le ha hecho al alma, van oreándose gracias a la brisa fresca y tonificante que arranca de sus páginas, envuelve la vida toda y la eleva por encima de todo nivel ordinario.
¿Qué libro, qué otro libro antiguo o moderno puede producir semejante efecto en el ser humano? NINGUNO. La Biblia, la Sagrada Escritura está por encima de todo libro porque no es una obra humana ni tiene las características de los libros humanos…Y esto no implica despreciar en manera alguna las dignísimas obras que los hombres han sido capaces de crear. Pero todas ellas son obras humanas. Y aun que sea el exponente del pensamiento del hombre en sus más bellos aspectos y en sus mayores profundidades, no pueden dejar de ser obras humanas. Y de la manera como el agua no puede elevarse por encima de su fuente, así tampoco cualquier obra producida por el hombre puede estar por encima del que la produjo.
La Sagrada escritura es la obra de Dios. Pudiera ocurrir que alguna persona descreída, o como se autodeterminan a veces, positivistas, objetara la afirmación que acabamos de hacer. A tal persona le sugeriríamos que antes de llegar a conclusión alguna, se acercara al Sagrado Libro, y dejando a un lado sus prejuicios, lo contemplara con honestidad, y que luego llegara a las conclusiones que los hechos le indicaran.
Quien lo hiciera, admiraría por ejemplo, la permanente actualidad de ese Libro maravilloso que viene del fondo del tiempo, pasa a través de centenares de generaciones y tiene cada una de ellas el mensaje adecuado para cada momento. Y hoy en pleno siglo XXI, con todos sus adelantos, con todas sus luces, con toda su ciencia, La Sagrada Escritura no es un libro obsoleto, es decir, no es un libro pasado de tiempo o fuera de época, sino que calza perfectamente en esta civilización y tiene para ella la única explicación de cuanto nos ocurre hoy. Lo cierto es que sería imposible entender esta hora en que vivimos sin percibir el significado de los hechos desagradables y dolorosos que tenemos que confrontar como civilización, como cultura y como individuos, sin el aporte del Sagrado Libro, y sin la esperanza que sus páginas le dan a nuestro corazón.
FUENTE: PERFILES DEL TIEMPO
Guillermo Miranda Coronel
¿Qué libro, qué otro libro antiguo o moderno puede producir semejante efecto en el ser humano? NINGUNO. La Biblia, la Sagrada Escritura está por encima de todo libro porque no es una obra humana ni tiene las características de los libros humanos…Y esto no implica despreciar en manera alguna las dignísimas obras que los hombres han sido capaces de crear. Pero todas ellas son obras humanas. Y aun que sea el exponente del pensamiento del hombre en sus más bellos aspectos y en sus mayores profundidades, no pueden dejar de ser obras humanas. Y de la manera como el agua no puede elevarse por encima de su fuente, así tampoco cualquier obra producida por el hombre puede estar por encima del que la produjo.
La Sagrada escritura es la obra de Dios. Pudiera ocurrir que alguna persona descreída, o como se autodeterminan a veces, positivistas, objetara la afirmación que acabamos de hacer. A tal persona le sugeriríamos que antes de llegar a conclusión alguna, se acercara al Sagrado Libro, y dejando a un lado sus prejuicios, lo contemplara con honestidad, y que luego llegara a las conclusiones que los hechos le indicaran.
Quien lo hiciera, admiraría por ejemplo, la permanente actualidad de ese Libro maravilloso que viene del fondo del tiempo, pasa a través de centenares de generaciones y tiene cada una de ellas el mensaje adecuado para cada momento. Y hoy en pleno siglo XXI, con todos sus adelantos, con todas sus luces, con toda su ciencia, La Sagrada Escritura no es un libro obsoleto, es decir, no es un libro pasado de tiempo o fuera de época, sino que calza perfectamente en esta civilización y tiene para ella la única explicación de cuanto nos ocurre hoy. Lo cierto es que sería imposible entender esta hora en que vivimos sin percibir el significado de los hechos desagradables y dolorosos que tenemos que confrontar como civilización, como cultura y como individuos, sin el aporte del Sagrado Libro, y sin la esperanza que sus páginas le dan a nuestro corazón.
FUENTE: PERFILES DEL TIEMPO
Guillermo Miranda Coronel
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