Primeros días de diciembre: Los Comerciantes piensan…’Por fin, llegó ya la campaña navideña y año nuevo… ¡El negocio redondo!’ Los empresarios piensan… ‘¡Diciembre! Fin de año, habrá que comprar panetones para los empleados y, aunque no nos guste, preparar las gratificaciones...’ Los docentes piensan… ‘Fin de año, preparar exámenes, llenar registros, entregar notas y, descanso…’ Los policías y efectivos de las Fuerzas Armadas, piensan… ‘Diciembre…más trabajo, tránsito congestionado, aumentan los robos, batidas en los mercados requisando juegos piro—técnicos, alerta en los puestos de vigilancia ante posibles ataques terroristas…’ Los niños piensan… ‘Regalos, ¡qué chévere!’ Los jóvenes piensan… ‘Diciembre, fin de año, la grati, panetones, champagne, fiesta, baile, diversión… ¡Excelente!’ Las amas de casa piensan… ‘Diciembre, navidad y año nuevo… Hay que comprar los pavos con tiempo, también los panetones y el chocolate, hay que armar el arbolito y el nacimiento y, ¿alcanzará para los regalos?’
Quincena de diciembre, los comerciantes invaden mucho más las calles, ofreciendo ‘lo mejor de su repertorio’ y, las imágenes de María, José, el niño Jesús, el pesebre, la estrella de Belén, la paja, los animalitos, las luces de colores y adornos para el arbolito, no se hacen faltar. Panetones de todas las marcas, gustos y sabores, nuevos y pasados se anuncian en todas partes. Los ‘papa noeles’ (símbolos navideños tradicionales) circulan por las calles, anunciando tal o cual producto…
24 de diciembre, llega el loquerío, la gente sale a comprar pavo, pollo, chocolate, panteón, regalos, como sea… Aunque al día siguiente, no tengan ni para una curita… Los cohetones y las bombardas, los cohetecillos, rascapié y ratablanca, se dejan escuchar, martirizando a perros y gatos. Doce de la noche, las campanas suenan, la gente en su casa se abraza con sus familiares y se desean ‘feliz navidad’. Se intercambian regalos, brindan las copas y se sientan a la mesa. La Televisión no se queda atrás y, los mejores largo metrajes de navidad desfilan en todos los canales. Todo es lindo, bonito y refleja una cierta felicidad.
Sólo hay uno que no la celebra… Uno que nació en ese día tan festivo y que, es alguien no recordado en la navidad. Es su cumpleaños pero, nadie se acuerda de EL; es su cumpleaños pero, nadie le dice ‘feliz cumpleaños’; es su cumpleaños pero, nadie le regala nada. La gente en todo el mundo se felicita y se abraza en este día tan especial y se regala algo, aunque sea una sonrisa.
Pero, para el dueño del santo, no hay abrazos, ni regalos. Y así, cada año, la legendaria y festiva rutina navideña hace ‘felices’ a todos, menos al que cumple años en este día. ‘Navidad’ significa Nacimiento. Y Nacimiento no de cualquier ser humano… Sino, Nacimiento del Dios que se hizo hombre… El Nacimiento de Jesucristo.
Pero, a la gente no le importa lo que Jesucristo sienta… Le da igual que sea su cumpleaños lo que se recuerda en ese día. Les es indiferente que EL esté vivo y que espera que, por lo menos, en ese día se acuerden de EL.
A la gente no les interesa celebrar su cumpleaños ni felicitarlo (como se hace entre humanos), tampoco buscan de hacerle regalos. Piensan que por tener su imagen en el ‘nacimiento’ ya cumplieron. Como si Jesucristo mismo fuese una imagen que se saca en diciembre y se guarda en enero. ¡Qué contraste! La ‘noche buena’ es buena para todos… Todos en sus casas, felices y contentos, sentados a la mesa, teniendo qué comer… Pero, cuando Jesucristo nació, no tuvo casa ni mesa. La gente de ese entonces no le permitió nacer en un mesón, echaron a sus padres terrenales de todo sitio, no les dejaron entrar en el mesón.
Hoy, 2008 años después, llega la misma fecha cada año y, cada año, la gente no le deja entrar a Jesucristo en sus casas (como antaño en el mesón). EL quiere entrar a celebrar SU cumpleaños en tu casa y mi casa, en las casas de todos… Pero, la gente quiere celebrar la navidad sin Jesucristo, quieren celebrar el cumpleaños sin el festejado. Jesucristo vino a Salvar al mundo de su Pecado, del Infierno y de la Muerte. Pero, la gente del mundo no quiere salvarse, ama su Pecado, anhela el Infierno y siente placer por la Muerte.
¿Permitirás tú que este año sea distinto? ¿Dejarás que este año y los próximos sean felices para Jesucristo? Navidad es su cumpleaños pero, no pienses que vas a recibir tú. Piensa, qué le vas a regalar a EL. EL no quiere tu dinero o tus cosas; EL no quiere venir a celebrar SU cumpleaños en tu casa, una vez al año. EL quiere que le des posada permanente en el mesón de tu corazón. ¿Le echarás de ahí, le dirás que no hay espacio? Jesucristo quiere celebrar SU cumpleaños y hacer una fiesta grande pero, dentro de ti, en tu corazón.
Pero, si tú no abres la puerta de entrada a tu vida, EL se quedará afuera una vez más. Apocalipsis 3:20, dice: “He aquí, YO estoy a la puerta y llamo, si alguno oye MI voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo”.
Un Teólogo dijo hace mucho tiempo atrás, lo siguiente: “Aunque naciera mil veces Cristo en Belén; si en ti no nace, perdida está tu alma”. Regálale tu vida. Pídele perdón por no haberle felicitado en todas las navidades pasadas y por todo lo malo que hayas hecho hasta el día de hoy. Y, pídele que entre en el mesón de tu corazón.
Edwin De Pascale.
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